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Violet Recall

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 Derived from the hormonal uprising of my parents I glide into the night in a Grey Cavalier, The touchscreen displays my smartphone's player, The AI turns up the volume as I watch the lights. What's the point of the universal Vortex? If I am chemical processes telling me  I'm more than an equation.  Violet Recall makes me feel like I'm inside Stranger Things. But I would never be the hunted. Your eyes drink in the city lights, and I open the windows to let your hair flutter, We're doing five thousand revolutions per second, The engine sounds like the world doesn't need silence, Your smile disarms me, and that Ahri Skin seems to laugh with you. What are you, besides a Multi-role in Wildrift? Would you let me drink the nectar of your lips as a source of hydration? Your uncovered thighs make me lose the road. Is the floral bodysuit as soft as your brown skin? The track changes, you scream about the pentakill you made as you rub your calves against me. I smile easil...

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Las luces que sobresalen del túnel parecen pequeños ángeles de neón, Tus ojos negros brillan como pozos oscuros, ¿A dónde van las hadas halógenas que surcan la ciudad? Sí, Tú, Mi princesa futurista, Eres capaz de apagar cada fuente de energía y yo… Yo no soy más que aquel humano que se pierde entre la industrialización vibrante de tu cuerpo tecnológico. ¿No era Dios el primer ingeniero? ¿No soy yo el primer consumidor? Cada unión de tus labios sintéticos, cambian mi percepción, Y como conjeturas binarias, todas las respuestas vienen a mi inteligencia artificial. Porque Navjaxx resuena con Moths, Y tú bailas como si el sintetizador no existiera, Y yo, te miro con la malicia del deseo. ¿Sueña con amar la Diosa del Mid que codicia al jungla O La poesía no cabe en las líneas que separan a los Gamer´s? Cada hebra de cabello se apisona sobre mi rostro, Y las luces galácticas del proyector ilumina el espacio conocido de nuestra habitación, ¿Eres Satsuki, o tal vez Oris, quizás mía? Navjaxx no...

Retórico.

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  Continúas alimentando a un ser que no podrás controlar, Que nació para atiborrarse de tus deseos y el de las otras doncellas. No, no te quitaste los botones y te liberaste el torso porque deseabas. ¿No lo ves? Cada jugada, cada paso que doy, fue meticulosamente previsto. Y me gusta pensar cuántas escapatorias tendrías en mis manos. Si es que te permito alguna. Oh, estrellita. Me place tu contoneo febril de chica mala que sólo va hasta a su destino, Porque el Dios del Bosque así lo quiso. Y hoy soy esa divinidad. ¿Vas a mirarme con esa sonrisa? ¿Te impresiona la longitud de aquello que me hace hombre? Querías jugar y soy adicto a este juego. Ahora, arrodíllate. Necesito que evoques una plegaria, Necesito que te conectes a tu Dios. Esa boca suave, obscena, provechosa Queda mejor con tus súplicas al pie de la cama, Y soy el único que puede oírlas, y entenderlas. ¿Lo ves? ¿Lo escuchas? Es mi coro de delicias en el claro oscuro de lo que llamo 'La estancia' Pero no es más que nues...

He decidido pintarte.

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  He decidido pintarte, Toma aquellos narcisos y adórnate el pelo, Colorea tus labios con el jazmín del labial y desnúdate. Ve al pedestal junto a la fuente y entrégate a la luz crepuscular. Hay algo en esa boca mezquina, seductora y carnosa, Algo en la curva de tu espalda que se tuerce con la postura y realza tus glúteos, Algo en tus cejas, en tus párpados y pómulos. Hay algo en ti mi deliciosa musa, Algo en tu mirada profunda que se extiende a tu poderosa sonrisa. Duerme bajo la tarde rojiza y el horizonte plateado que bebe la luz de la luna, Duerme susceptible, mientras yo me lleno de tu belleza. Porque trazaré en el lienzo tu terso rostro, tus lustrosos pechos oscuros, Tu mullido vello púbico como la corona antigua de un cofre oculto, Y la ligereza de tus pestañas. Duerme que soy artista cuidando la beldad que rebosa tu facción que se acorta en los sueños, Y renace en mueca nueva cuando despiertas austera, libre y única. Duerme que Caravaggio te ...

El invierno no es para los latinos.

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Durante la noche del solsticio la farola del bosque dejó de iluminar el sendero, La nieve cayo pálida y triste como las lagrimas que produce una herida, Tú me viste arrojar leña a la chimenea y los guijarros que se desprendieron del río sirvieron como base y las llamas iluminaron tus ojos. Yo te vi sonreír con melancolía, Y tu recuerdo juvenil evocó sobre mi mente imágenes de un pasado distante. Tus botas de piel me parecieron curiosas, Y tu abrigo de piel sintética me pareció cruel, Te cubría demasiado y estaba acostumbrado a verte sin él. El té se enfrió como el bosque mismo, Y los destellos de la primavera en donde nos habíamos amado se esfumaron con la última hoja verde, Y los pétalos que había utilizado para acariciarte el abdomen, Se habían marchitado dentro de los frascos que creaste como infusiones de agua de rosas, Los mismos que habían decorado la alcoba del mismo color rojo con el cuál te pintabas los labios. Pensé pues que te despedirías con el mismo murmullo silencioso y f...

Ícaro.

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  Tumbado en la arena los dedos lo examinaban. Las alas lloraban su vida en la tierra, y la desnudez de sus acompañantes clamaban la tristeza de un hombre y su advenimiento. ¡Oh, los dioses se olvidaron! Nadie puede ver a Helio de cerca y vivir para contarlo. No, los mortales no poseen el privilegio. Pero estuviste cerca Ícaro, tan cerca que el calor te besó el rostro y caíste. Las ninfas te veían descender como un corazón de fuego que arroja Caos desde las alturas infinitas, y corrieron en tu busca. Ahora, lloran lagrimillas de cristal que exhalan el brillo de su piel, y alaban tu prodigio. El intento de lo inalcanzable, la búsqueda de lo imposible, la iluminación de la ignorancia. Eso eres Ícaro, la expedición mortal de lo divino, de lo oculto. La ciencia que cae siempre por la legendaria fantasía, el primer genio humillado por un Dios que no concibe más que su propia belleza para abrazar al mundo. Por eso; las ninfas te velan y los poetas te escriben. Porque no hay búsquedas más...

Venezuela y la vida de un niño venezolano.

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  Nacido en las tierras donde arribaron los conquistadores, nombrada por ellos ‘Venezziola’. Soy vástago de mi padre; un hombre total, rustico y fuerte. De madre perfecta, puritana y religiosa. He vagado ya por muchas tierras, moro entonces al norte de Maracaibo, Mi ciudad. Curtido pues por las playas que nacen del lago donde los relámpagos apuñalan el cielo sin descanso. Soy un hombre más, o un contador orgulloso erguido sobre cuentas ajenas o un autor de mundos, sueños y metas, O un baloncestista quizá. También he llevado una vida rustica en el campo, Entre mitos y brujos, Entre hechizos y reservas naturales. Allá en el centro del país, donde la caída del agua dio nombre a próceres, Y las diosas beben de los fieles. Retirado me lavo en los pozos, balnearios y cascadas, Medito sobre mis antepasados mulatos, indios y mestizos. Ahí, lejos del ruido atiborrante de la ciudad, El tiempo transcurre entre humo de tabaco y dichosos momentos de éxtasis. ...