He decidido pintarte.
He decidido pintarte, Toma aquellos narcisos y adórnate el pelo, Colorea tus labios con el jazmín del labial y desnúdate. Ve al pedestal junto a la fuente y entrégate a la luz crepuscular. Hay algo en esa boca mezquina, seductora y carnosa, Algo en la curva de tu espalda que se tuerce con la postura y realza tus glúteos, Algo en tus cejas, en tus párpados y pómulos. Hay algo en ti mi deliciosa musa, Algo en tu mirada profunda que se extiende a tu poderosa sonrisa. Duerme bajo la tarde rojiza y el horizonte plateado que bebe la luz de la luna, Duerme susceptible, mientras yo me lleno de tu belleza. Porque trazaré en el lienzo tu terso rostro, tus lustrosos pechos oscuros, Tu mullido vello púbico como la corona antigua de un cofre oculto, Y la ligereza de tus pestañas. Duerme que soy artista cuidando la beldad que rebosa tu facción que se acorta en los sueños, Y renace en mueca nueva cuando despiertas austera, libre y única. Duerme que Caravaggio te ...